Consuela ver cada ola estrellándose con furia contra las rocas y llenarlas de espuma. ¡Bendito espectáculo!
Asemejan a mis latidos, que chocan contra la tristeza y consiguen hacer añicos esta oscuridad.
La salitre cicatriza, con escozor previo, la herida en carne viva, y la brisa calma este quemazón aunque no aliviará el poso de desasosiego pegado al alma.
Acaba de salir a flote el sol a través de un arco iris.
Vira el viento; todo es luz en la bajamar.