jueves, 10 de octubre de 2019

PLUMAS

Fue en una extraña mañana de otoño cuando te acompañamos para verte volar; nunca un empujoncito había dolido tanto, pero fuiste tú mismo el que desplegaste tus majestuosas alas y trepaste por una escalera imaginaria hasta lo alto de la montaña, allí donde todo lo puedes ver sin ser visto. En esa suspensión delirante, después de haber sido todo corazón, te transformaste en alma que brilla y fuiste libre por fin. Mientras planeabas, agitabas con brío tus plumas para rociarnos con algunas de ellas a modo de confeti; lo entendí como una bonita forma de despedirte, pero ahora me doy cuenta de que pretendías lanzarnos un esqueje del que broten nuestras propias alas. Es labor de cada uno hacerlas crecer tanto, y tan bien, como para llegar allí donde aguardan los sueños, donde todo es cariño y refugio. Y desde entonces, todas las mañanas son igual de raras, pero las cosquillas que siento cuando medran mis alas me hacen reír; y así empiezo el día, riendo y con la certeza de que puedo llegar donde me proponga con mis revoloteos torpes y mis acrobacias invisibles para los que miran en el suelo el paso de su existencia, porque no saben, ni conocen, que atreverse a alzar la vista y el vuelo no da vértigo sino placer.

martes, 1 de octubre de 2019

Letras 34


Aletean las hojas de los árboles; sus copas se erigen en revuelo común ensordecedor. 
El río en cambio, baja menguado y silencioso, necesitado del brío de las lluvias de otoño. 
El sol ciega al caer la tarde, pero sus rayos me resultan igual de sabrosos que ese lengüetazo a la tapa del yogur para rebañar su contenido. 
En pleno parpadeo confundo una sombra contigo; mientras tanto se posa un jilguero en mi hombro, es sólo un segundo, pero me parece un instante infinito. Alza el vuelo y le sigo con la mirada. 
También vuela uno de mis suspiros profundos, y llega a ti a través de esa hoja que al caer se enreda en tu pelo. 
Vuelvo sobre mis pasos. 
Antes de regresar a casa entro en el supermercado a por un cargamento de yogures, que no caduquen, como el amor que siento por ti.

viernes, 27 de septiembre de 2019

martes, 24 de septiembre de 2019

Letras 33


Se agarraba a la tabla para no hundirse mientras el oleaje se colaba por su garganta. Sus brazos temblaban sin fuerza y en un golpe de mar la tabla desapareció. Al soltarse comprobó sorprendida que sabía nadar. 

lunes, 23 de septiembre de 2019

OTRO OTOÑO

Recién estrenado el otoño ya ha perdido parte de mis hojas emocionales; pero como no es conveniente quedarse en pelotas ante la frialdad de la vida, me cubriré con garbo con el abrigo al que he cosido las más cálidas de tus caricias, lo abotonaré a través de tus fuertes abrazos y adornaré su solapa con el broche de tu beso más sincero y profundo. Y protegeré los latidos de mi corazón de vendavales y aguaceros. Pintaré de ocres y rojos mis pasos. Mojaré mis labios en palabras candentes. Y dejaré siempre una vela encendida para que nos alumbre cuando la noche llegue sin avisar, cuando el amanecer se muestre sombrío y perezoso, cuando las pieles se busquen para que se encuentren y no tengan frío, sólo escalofríos, sólo placer.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Reflexión 98

Si enmudece hasta el silencio, es hora de gritar, pero ahogando chillidos y silbando palabras bonitas que devuelvan el sonido al cauce del amor.

lunes, 15 de julio de 2019

Reflexión 96

 Cada mañana estamos a un paso atrás de lo vivido y a un salto al frente de nuestro destino. La vida siempre es hacia delante y el presente es la línea de salida. Cruza, camina, salta . 

jueves, 30 de mayo de 2019

Letras 32

Aprendió a llorar lágrimas secas. Se creía poderosa haciendo esos malabares para ocultar sus sentimientos más profundos y dolorosos. Notó, al poco tiempo, que unas arrugas le cruzaban la cara, algunas se deslizaban desde el nacimiento de sus pestañas hasta la comisura de los labios y otras se esparcían por sus párpados apagados. Desconocía que la sal de las penas surca la piel y se enquista en el alma. De tanto nadar ahogándose acabó por hundirse, sin liberar lloros, sin saborear el lado salino de la vida. 
Los asistentes a su funeral comentaban que últimamente había envejecido mucho y poco más... Esos ciegos impasibles no chocaron con su pena de cristal que, tan transparente y frágil, permaneció oculta hasta la eternidad.   

martes, 7 de mayo de 2019

PALABRAS AL VIENTO

Hoy he vuelto a sorprenderme hablándole al silencio, a esa omisión de contacto que me turba cuando intento decirte, preguntarte o confesarte algo. Y es esa calle muda que atravieso, ese techo callado al que me dirijo y ese espacio insonoro, el que recoge mi sonrojo y desencanto. Empieza a ser costumbre lanzarle palabras al viento y que intactas de atención me devuelvan la nada. Pasada la vergüenza, espero que ningún vecino o desconocido me haya pillado desprevenida en mi desvarío; no quiero que piense que estoy loca por hablar sola...pero también espero, con todas mis ganas, anhelosa, que tú sí me hayas escuchado.

martes, 16 de abril de 2019

AMANECE

Entre las sábanas me enredo buscándote; te encuentro y me acurruco en tu postura. Me acuna tu sosegada respiración. Soñamos. Sellamos nuestras pieles en la quietud y el descanso. En
nuestro duermevela aparecen caricias y dicha. Me giro, me sigues. Ahora eres tú el que se une a mi postura y toma mi cuerpo. Despertamos. Mientras tantoo amanece.

miércoles, 20 de marzo de 2019

Reflexión 94

En la desesperanza, no hallar respuesta alguna que calme tu zozobra es doloroso; pero lo más triste es toparse y aceptar la cruel dureza de una respuesta contraria a lo que esperas.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Letras 31

Y en ese instante las gotas decidieron bailar claqué al ritmo del agua que las prominentes gárgolas escupían. Fue entonces cuando ella congeló su danza solitaria y se tragó su callada melodía. Empapada el alma, se sumergió en silencios. Las gotas resbalaban por su cara a modo de lágrimas. Tras un leve parpadeo se fundió la farola de la esquina; huyendo de esa oscuridad echó a correr al refugio de los iluminados soportales. Se secó la cara y la melancolía y subió a la academia de flamenco. En pleno ensayo, entre taconeo y taconeo, colaba un paso de claqué. Se quedó sola improvisando una coreografía que arrancó palmas efusivas que apagaron el ruido de la lluvia. Al día siguiente dejó el baile y se hizo electricista.

miércoles, 23 de enero de 2019

Reflexión 92

Hay días duros, hay días muy duros y hay días fofos; os aseguro que estos últimos son los peores.

lunes, 14 de enero de 2019

CÍRCULOS

Chimenea y lectura. Lujos para una noche de enero, para una noche de arrullos acompasados, en la que el frío y la humedad se agarran a la ventana mientras las gotas zigzaguean burlonas. Me acuno en el sofá y me cobijo en varios párrafos. Escucho las ráfagas de un viento que parece arañar el silencio. Acurruco mi mente en las letras y siento escalofríos que se esconden debajo de la manta de cuadros que ya usaba el abuelo. Me acompañan las chispas ardientes de los maderos que agonizan y recibo la vida a modo de savia. El fuego extiende el cordón que me une a estos momentos cálidos y al cariño de tu mano que habla de ternura y otras picardías. El libro me sosiega; cada página masajea mi imaginación y aparecen ciertos flecos de locura. Hasta que las brasas lancen el último golpe de humo se extenderá el aquí y ahora, y una tímida llama dará lugar a un nuevo comienzo. En círculo, como gira la leña en el fuego como giran los días en la vida. 

viernes, 11 de enero de 2019