martes, 15 de noviembre de 2022

EL RELOJ QUE NO DIO LA HORA

Antes de pararse y de no volver a bailar al son del tiempo, se sabía de su existencia por el sutil "tic-tac" de sus agujas. Nadie en la casa, excepto Claudia, se percató de que ese día el reloj se detuvo y no dio una de las horas. Ella sí observó este olvido porque esperaba uno de los momentos más importantes de su vida. 

Efectivamente, las dos no sonaron. Las dos era la hora a la que se habían citado en la vieja cafetería del barrio para entrelazar sus vidas, pero esas campanadas no quisieron marcar el pistoletazo de salida a los sentimientos. Claudia llegó tarde, e Isaac ante el retraso, no cedió en paciencia y se marchó apenado por lo que suponía un plantón. 

Claudia lloraba y corría con rabia por su despiste queriendo ganar tiempo al tiempo, no podía creer que el comportamiento del reloj se volvía premonitorio, porque la última campanada que dio fue la una, el sonido más solo que guardaba en su mecanismo, sola como antes estaba y más sola como ahora se sentía, sola con su historia y su campanada, la misma que tintineó al entrar apresuradamente por la puerta del café anunciando su presencia única y vacía como la mesa que se veía al fondo sin él. 

Tras unas semanas sin que ambos hubieran olvidado lo ocurrido, se toparon por sorpresa paseando por la misma plaza, sus miradas se clavaron y sin que tuvieran tiempo de decirse nada, el reloj del ayuntamiento tocó las dos en punto. Los dos y punto.

viernes, 14 de octubre de 2022

SAL DE OTOÑO



8 de octubre. Sorprende que amanezca día de playa y sólo los crédulos, o los nostálgicos, salpicamos el arenal. El mar escupe olas soberbias que se rizan y arrastran altos decibelios de música salada; rompen con estruendo y agonizan alcanzando nuestros pies llenas de una espuma a modo de puntillas de encaje. 
Al cabo de unas horas, todo se calma y el silencio equilibra el agitado espectáculo. Ese silencio tan profundo me marea y necesito agarrarme a la arena para no hundirme. Me recupero en la siguiente ola. Vuelve a sonar la vida. Y dejo los temores para otro espacio, para otro vacío, ahora el momento derrocha la sal más dulce de un otoño que acaba de nacer.

sábado, 27 de agosto de 2022

COORDENADAS

No sé en qué coordenadas me encuentro ni me importa, son sólo diminutas cifras y yo veo infinito. 

El símbolo que define un lugar que todos buscan de manera incansable yo lo puedo tocar. Porque la longitud de mi sonrisa se estira hasta besar la tuya, hasta el horizonte inmenso que tenemos por delante. 

Y veo una oportunidad que se presenta como una habitación grande, luminosa y vacía que hay que decorar. He abierto todos los ventanales para que el rocío se cuele, para que la brisa acaricie, para que el sol juguetee con cosquillas cálidas en las que sumir los sueños. 

Y siento que la vida es extensa y plena como deseamos en aquella tarde de otoño. 

La latitud y altitud de mis ganas abarcan un confín de lugares donde posar mis energías y mi mañana. 

La imagen de hoy es como un café con leche recién hecho, dulce y templado. Es un destino bonito y emocionante; es el presente, es el lugar donde todo sucede, donde todo se crea, el lugar donde esculpir sueños e ilusiones. 

La música suena a norte y altura, yo pondré mis alas.

martes, 19 de abril de 2022

Reflexión 113

La vida es un junco al que pretenden doblegar las adversidades pero que resiste siempre a base de ilusiones. 

jueves, 14 de abril de 2022

LA TORMENTA

No sé si truena más allá afuera que en mi piel. 
Sé que llueve, como en mi mirada cuando recorro a vista de pájaro estos días de rarezas y miedos que empapan. Estoy segura de que ahora mismo jarrea más sobre mi cabeza. 
No sé si los relámpagos acabarán iluminando rincones de la oscuridad o si los rayos atinarán sobre un viejo árbol del que sólo quedarán cenizas de sus raíces. 
Sé que el agua es vida pero también ahoga, sé que el fuego es calor pero también quema. 
No sé si el granizo golpeará tanto como la tristeza. 
Sólo sé que la tormenta pasará, quedará de ella un mal recuerdo y algunas proezas insospechadas, y será la fortaleza del sol la que seque este drama innavegable que es mejor sobrevolar desde la ilusión. 
Esperar es una opción, la esperanza el arma.