jueves, 31 de marzo de 2016

Reflexión 6

Una persona sin ilusiones es como un pájaro sin alas.

PREFIERO EL SOL

A veces me gusta que llueva, sobre todo en los días en los que la tristeza me tambalea y no soy capaz de escupirla a través de mis lágrimas; en esos días, las gotas de lluvia me liberan por su semejanza al llanto. También agradezco un chaparrón cuando mi alegría es tan inmensa que paraliza cualquier manifestación de júbilo por mi parte; en ese caso, una buena tormenta con rayos luminosos y truenos profundos, equilibran mi estado y muestran la intensidad de mi felicidad. Salvo para estas excepciones, prefiero el sol.

Reflexión 5

La vida es una obra de teatro donde unos actúan y otros observan. Actuar tiene su riesgo y su recompensa. Observar sólo te permite, en el mejor de los casos, aplaudir a otros.

Reflexión 4

Abandona el rebaño, sé la oveja negra, es a la única a la que nunca trasquilarán porque su lana no tiene valor y calidad a los ojos del mediocre.

miércoles, 30 de marzo de 2016

PUERTAS

Cansada de portazos vitales decidió entregar las llaves de una puerta que en realidad nunca le quisieron abrir. Jamás la encontró abierta de par en par y rebosante del aire fresco que soplan las nuevas ilusiones. Su reparo a empujarla era fruto de no sentirse bien recibida, como esperaba. Siempre estaba entreabierta y se sospechaban amenazantes sombras de un pasado mugriento. Cuando tímidamente se asomaba se desprendía un olor taciturno de los restos de batallas, aún humeantes, en las que no participó pero que también le herían. Durante años soñó y luchó por traspasar esa barrera, creía que su luz, alegría y belleza le aportarían el poder y la magia de un "ábrete sésamo" pleno, pero volvió a oír otro golpe y fue el último.   

Reflexión 3

La religión que profeso se llama conciencia.

martes, 29 de marzo de 2016

Reflexión 2

La alegría es la savia de la vida.

Reflexión 1

En esta vida de cuentos me quedo con las fábulas.

UN DÍA LARGO

Babeando por un día más largo, no en tiempo que emana de los relojes sino en esperanzas, en ilusiones, en brillo, en mimos, en un amanecer con sexo de caricias duraderas y de placeres dilatados. Largo de brindis emocionados, de paseos sin rumbo y sin horizontes pero de tu mano siempre. Largo en despreocupaciones y responsabilidades y lleno, en cambio, de un ocio no buscado pero elegido. Que sea largo y que se me haga corto y fugaz por las risas y carcajadas lanzadas al aire y posadas en tu boca. Largo como el eco de tu voz cuando me susurra sentimientos. Largo en gozo por un capricho sencillo y espontáneo en tu compañía. Largo en sueños infinitos y de prolongada melancolía en las fechas sucesivas por el anhelo de volver a vivir un día...largo.

Siempre más +

Inventariar sentimientos es una labor compleja a pesar de mi destreza como malabarista de cálculos. En lo que a nosotros se refiere, sólo llego a ver el signo + como protagonista, porque es mucho lo atesorado gracias a ti y más aún lo vivido. Infinitas sensaciones de las que se calan en lo más profundo del alma suman y siguen... Otros signos han querido ganar terreno, dividiendo a veces, restando otras, pero entonces aparece el multiplicador y la calculadora vuelve a sonreír. El amor no se puede contabilizar, tan sólo valorar, mostrar y sentir. Siempre más.  

La hora que se perdió

¿Qué pasa si conoces al amor de tu vida en la noche en la que se debe cambiar la hora? ¿Qué pasa cuando en tu noche son las tres y en su noche las cuatro? ¿Dónde estabas tú a las dos de la mañana? ¿Dónde estaba él? ¿Cuándo fueron las dos de la mañana? ¿Y las tres?
Ante tantas preguntas sin respuesta decides parar tu reloj y congelar la variable tiempo, porque ya se sabe que hasta un reloj parado acierta dos veces al día; y tú que siempre quisiste saber dónde estaba el amor, descubriste que el amor estaba ahí, en esa hora perdida, en el presente, escondido en esos segundos de tu vida; y si no te hubieras parado un minuto podrías habértelo perdido, como hasta entonces.

EL RELOJ DE ARENA

Percibo como con cada arena cae un momento y luego otro, se desprende ahora una vivencia nueva y bonita y ahí cae otra más; el goteo de mi vida no cesa, llena poco a poco, granito a granito y con ritmo constante el reloj de arena de mis recuerdos. Cuando uno de sus huecos rebosa de vida, puedo acceder al otro, que está vacío, haciéndolo girar con una grácil voltereta su figura que asemeja al cuerpo femenino y...voilá!! tengo ante mí una nueva etapa!! Es fantástico que ese giro me brinde la ocasión de capturar momentos inéditos, que tras macerar en mi interior, tomarán forma de recuerdos y va pasando la vida mientras el cilindro gira y gira. Como en un buen cóctel se mezclarán vivencias buenas y no tan buenas, pero todas ellas importantes, a veces son caricia y otras veces, azote. Me dotan de la fuerza suficiente para impulsarme en cada voltereta que me atrevo a dar con la ilusión vital por algo que comienza, con la certeza de saber que lo esencial aún continúa y con la exacta dosis del veneno llamado conformismo para que aquello que se terminó ya no duela ni mate...

SI ES CONTIGO

Nunca me importó saber dónde estoy, mientras sepa con quién. Los lugares sin momentos dignos de recuerdo, son como estepas solitarias y frías para mi alma. Es cierto que los instantes plenos pueden sorprender en cualquier lugar y en cualquier rincón, pero siempre suceden cuando uno mi mano a la tuya. El espacio se llena de pasión, de fuerza, de alegría, de ternura y de la magia necesaria para hacer que me sienta la persona más afortunada del universo. Porque nunca me importó saber dónde estoy...si es contigo!! 

NO SOMOS DIOSES AUNQUE PODEMOS SER GIGANTES

Cuando queremos, somos grandes y fuertes. Aunque somos el resultado de todas nuestras cicatrices y batallas, podemos coser nuestras alas rotas, remendar las penas hasta que parezcan anécdotas y zarandear nuestro mundo. Si queremos, nosotros llevamos las riendas y elegimos el camino. Nosotros escogemos qué aceptar y qué cambiar. No somos dioses aunque podemos ser gigantes. Podemos activar el mecanismo que nos permite volar, que nos permite ver todo lo hermoso que nos rodea y no volver a sentir miedo; y ese mismo mecanismo nos permitirá mirarnos en el espejo, sonreír y amarnos.