viernes, 31 de marzo de 2017

DEL VERBO AMAR

Las vidas se unen, las almas se acercan. Los labios se encuentran, los cuerpos se anudan y se funden en abrazos y comparten placer. Las sonrisas coinciden mientras se regalan miradas, las bromas se cruzan y un recital de susurros y piropos furtivos vuelan hasta sus oídos. Caminan con las manos trenzadas y en la misma dirección. Comparten sueños y superan realidades. Se secan las lágrimas y en cada tropiezo, sustentan al otro con una mágica red. Se desnudan de corazón, y en cueros, sin más escudo que la piel, bailan al son de la danza tribal de sus latidos. Se tatúan su saliva y su sudor. En las batallas vitales se ofrecen aliento y fuerza. Cuidarse, protegerse y respetarse no son verbos, son mandamientos sagrados. Los mimos les alcanzan como balas, y su hogar se colma de algodones en los que zambullirse para encontrar un sosegado cobijo. Todo esto es el amor.

lunes, 20 de marzo de 2017

QUERENCIAS

Quiero ese beso tuyo que se clava en el rincón de los siempres, en el espacio de la risa y en el hueco del corazón. Quiero ese abrazo tuyo que calienta mis fríos temores, alienta mi soledad y calma mis anhelos. Quiero esa caricia que inventas para mi y esa otra, la cotidiana, la que repites cada día en mi piel para erizarla siempre con emociones. Quiero esa palabra tuya escrita, hablada, exclamada o susurrada que se dirige directa a mi corazón. Quiero que me mires, de reojo, con descaro, con cariño y sobre todo, con los ojos cerrados en cada beso. Quiero y te quiero a ti.   

POR LA BORDA

Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer. El punzante sol la cegaba y se frotó los ojos. Caminó por la cubierta haciendo memoria de la fiesta de anoche, cumpleaños de su hermana, a la que acudió toda la pandilla de adolescentes para jugar a ser viejos rockeros. Sorteó cristales rotos y rodajas de limones resecos; del mástil colgaban dos sujetadores y un pañuelo ensangrentado. Se inquietó al llamar a sus amigos sin obtener respuesta. Un mareo la obligó a sujetarse a la barandilla llena de pegotes de tarta y observó los cuerpos en el agua rodeados de sangre. Flotaban sin vida mientras ella se hundía de dolor.

miércoles, 15 de marzo de 2017

ÚLTIMO PÉTALO DE PRIMAVERA

Todo había pasado ya, y sin embargo sentía que lo hecho carecía de sentido. Le inundaron las ganas de volver hacia atrás en el tiempo para poder destejer el día con sus promesas eternas. Quiso llorar al darse cuenta de que la temporalidad del sí era tan breve que se convertía en un quizá con tendencia al jamás. Había sido una boda de ensueño. Ella, siembre bella, rozaba la prohibido. Entre los invitados que lucían cuerpo de samba, su mejor amigo le regaló unas palabras llenas de cariño. El menú, digno de estrellas y de michelines, y la juerga, sorprendieron a un amanecer tranquilo y frío.

Había recibió noticias de su médico. Su diagnóstico se presentaba tan efímero y fugaz como las palabras que horas antes selló con un intenso beso. Su vida con una sola bala, no suspiraría más allá del inicio de la primavera y el calendario que colgaba torcido en la pared de la cocina, señalaba 20 de febrero. Apuntó con un lápiz la cuenta atrás. La muerte venía acompañada de la certeza de que permanecerían juntos hasta el 21 de marzo donde la sombra de un destacado círculo rodeaba la palabra adiós. 

martes, 14 de marzo de 2017

PARADA "LA ESTACIÓN DE MI PIEL"

Adoro el tintineo que revolotea por el aire cuando solicitas parada en la estación de mi piel.Te veo sonreír; sabes que vas a perderte, a conciencia, entre rincones y escondites de mi cuerpo mientras paseas sobre mí. Detienes el placer por un solo momento con la única intención de romper tu billete en pedacitos bien pequeños que luego derramas sobre mi cuerpo, no deseas irte nunca. Me recorres a besos y a lametones de ida y vuelta, cambias el sentido de tus caricias sin cesar pero no te confundes de dirección para llegar hasta mi oído y susurrarme: Eres mi destino, por fin he llegado. 
Un hogar es el espacio donde siempre nos sentimos queridos.

viernes, 10 de marzo de 2017

DESEADO FINAL

Cerró los ojos y sopló las velas mientras pedía su único deseo. Estaba feliz y convencido de que se cumpliría. Días atrás había trazado su plan para que todo saliese a la perfección. Los regalos consistieron en cosas tan caras como innecesarias para alguien que únicamente reclamaba el obsequio del cariño. Esa noche pondría fin a la esclavitud de hacerse viejo, lo que en el fondo sería, para todos, un alivio. Tras saborear la tarta, el broche de oro a su cumpleaños fue un brindis. Un brindis en soledad, con cianuro y por él. Su mirada se selló y regaló su último gesto, una amplia sonrisa.