miércoles, 30 de agosto de 2017

Letras 18

Y ahora, que del verano tan sólo quedan brasas y un rastro de la nostalgia, no dejaré que la tristeza se imponga a la carcajada. Es cuestión de poner a buen recaudo las emociones recogidas y de comenzar a caminar por los senderos del calendario, día a día, hoja a hoja. No me olvido de velar por el fuego de esa hoguera para que las ilusiones no se conviertan en humo que asfixia sino en calor de hogar. Comenzará un pulso salvaje entre las estaciones, un duelo de titanes en la que cada una mostrará su mejor cara sin saber que en esencia todo es más sencillo y más simple: cualquier día puede convertirse en inolvidable.

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