lunes, 18 de septiembre de 2017

OÍDOS SORDOS

“Otra vez se ha vuelto a olvidar las llaves. Que espere, la que tiene que secar el suelo soy yo. Tiene razón su madre, no soy su hermana mayor. Ya me soltó la cacatúa del tercero que en nuestro matrimonio faltan brasas. Y dale con el dichoso timbre. Sabe que no soporto que insista, pero lo hace para chinchar. Una puede estar en el baño y no voy a salir corriendo a tus órdenes. Llama, llama… Hoy la ducha será larga”. Nadie escuchó sus gritos mientras la puerta de la casa ardía en llamas.

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