“Cuelgan de las cuerdas de la del quinto”,
cuchichean en
el rellano. Misterio resuelto. Agustina,
anciana de raza blanca del barrio de Triana, sustrae a traición unos pañitos de
ganchillo de Carmina, que el pasado lunes, fiesta de Todos los Santos, cayeron,
al tenderlos, al patio de la corrala. Carmina, afectadísima, alerta del robo en
la reunión de vecinos del miércoles. Cuenta entre aspavientos que apresurada
por la cita con su marido, fallecido recientemente, los quiso recoger al regresar
del cementerio pero habían desaparecido... En el número 15 de la calle Betis
los vecinos se afanan en el caso, ignorando que Agustina seguía órdenes de
Diógenes.
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