jueves, 12 de mayo de 2016

Aire otoñal

Llegó la soledad a las terrazas que se quedan desprovistas de jubilosas risas y del corrillo de las voces. Tan sólo encontramos sillas desordenadas por un viento revoltoso, que tarde o temprano, erosionará los recuerdos de lo acontecido si no los has apuntalado con algo de pasión.
Al alba las mesas se salpican de gotas de rocío sustituyendo a las cañas y otros caldos espirituosos que fueron protagonistas de la estampa veraniega. 
La calle se despoja del jolgorio que, como fuegos artificiales, estallaba en las noches templadas y largas.
Los afortunados buscaremos refugio en nuestro escondrijo construido a base de brindis, emociones, amigos, amor, miradas, color, encuentros, besos, sol, descanso y alegría.
Oscurece sobre la calle y sobre las horas. Una brisa fresca lo inunda todo provocando el vuelo juguetón de los vestidos y que el cosquilleo del aire se cuele en la piel.
Aunque se enfríen los días evita que se hielen tus palabras anudando al cuello un pañuelo para que sigan expresando calidez.
El abanico se despide con un último movimiento misterioso y de un amplio significado.
Definitivamente se cuela el otoño sin desespero ni soledad; y se nos presenta como un aliado que ofrece una nueva etapa repleta de oportunidades y de vida!!

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