lunes, 9 de mayo de 2016

TRUENA LIBERTAD

El agua espantaba a las avispas escondidas bajo las hojas que minutos atrás revoloteaban amenazantes, azuzadas por el calor pegajoso de la tarde. Sus zumbidos cesaron con la tormenta. También tronaba en su casa. María, muda en gritos y ciega de lágrimas, dio el último portazo y huyó desafiando su tempestad vital. Pisoteó corriendo el jardín cubierto de charcos que mancharon de barro sus piernas desnudas. Empapada miró al cielo decorado por un arco iris que anunciaba su libertad y se reencontró con la mujer feliz que fue hasta el primer zarandeo. El tortazo final marcó el rostro de él, que se pudrió encarcelado acompañado por la debida soledad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario